Ozonoterapia

La ozonoterapia es una técnica médica que utiliza una mezcla de oxígeno y ozono para producir efectos biológicos y terapéuticos en el cuerpo humano. No sólo se ha probado su eficacia sino que se tiene el sustento científico necesario para usarla con seguridad en una gama terapéutica definida con precisión (1), dentro de la cual se encuentran enfermedades como diabetes (2), hipertensión (1), enfermedades cardiovasculares(3), infecciones crónicas(4, 5) y psoriasis(6), entre otras muchas que aquejan a los hombres y mujeres en México.

La ozonoterapia generalmente se utiliza como tratamiento adyuvante con excelentes resultados, pues potencia el efecto terapéutico del tratamiento primario, mientras en algunos casos es el tratamiento principal, debido mayormente a sus efectos antimicrobiano, antiinflamatorio, analgésico y regenerador tisular.

Su eficacia, al igual que la de otras drogas médicas, es en gran medida una cuestión de dosis. En la práctica clínica las concentraciones de ozono están muy por debajo de lo que podría llegar a considerarse toxico, debido a ello y, contrario a lo que algunos creerían, en lugar de un efecto perjudicial “su uso prolongado produce un aumento de las enzimas antioxidantes capaz de revertir un estrés oxidativo crónico causado por factores como el envejecimiento, las infecciones crónicas, la aterosclerosis, la diabetes, los procesos degenerativos y el cáncer” (7).

Vista desde la dispersión de su efecto en el organismo, existen dos formas generales de administrar la ozonoterapia:

El ozono se aplica a través de gas oxígeno-ozono, agua o aceites ozonizados, en una parte específica del cuerpo (piel, vagina, oídos, estómago, dientes, encías, intraarticular, intradiscal, etc.) (8-11). Es muy útil para combatir infecciones por su amplio poder germicida, esto favorece la curación de heridas en piel, mucosas y estómago debido a su capacidad para estimular la síntesis de factores de crecimiento, colágeno, la proliferación celular (12), y para reducir la inflamación y el dolor, gracias a su efecto inhibidor de los factores proinflamatorios.

El ozono gaseoso ingresa al cuerpo a través de la sangre (autohemo mayor y/o menor) o por insuflación rectal. En el primer caso se extrae sangre del paciente, se expone a la mezcla de oxígeno- ozono y se reintroduce al cuerpo por vía venosa (autohemoterapia mayor) (13, 14) o muscular (autohemoterapia menor) (15-17); en el segundo caso se aplica el gas por vía rectal para que sea absorbido por el intestino (18-19). La ozonoterapia sistémica trabaja a un nivel fundamental e importante: mejora el metabolismo celular (20) al mejorar el funcionamiento de las mitocondrias, normaliza el balance entre prooxidantes y antioxidantes, mejora la circulación sanguínea (21), favorece el intercambio de gases y equilibra el funcionamiento del sistema inmune (22). Gracias a estos efectos biológicos, la ozonoterapia es útil en una amplia gama de padecimientos.

Es importante mencionar que la ozonoterapia en general es bien tolerada, tiene pocas contraindicaciones y prácticamente no tiene efectos secundarios, y cuando estos se presentan, en general son resultado de una práctica descuidada.

Referencias

 

  1. Scwhartz A., y G. Martínez-Sánchez (2012), La ozonoterapia y su fundamentación científica, Revista Española de Ozonoterapia, vol. 2 núm. 1, pp. 163-198
  2. Bocci, V., et al. (2014), It is time to integrate conventional therapy by ozone therapy in type-2 diabetes patients, Annals of Tanslational Medicine, vol. 2, no. 12, p. 117, doi: 10.3978/j.issn.2305-5839.2014.07.07
  3. Juchniewicz, H., and A. Lubkowska (2020), Oxygen-Ozone (O2-O3) Therapy in Peripheral Arterial Disease (PAD): A Review Study, Therapeutics and Clinical Risk Management, no. 16, pp. 579-594, doi: 10.2147/TCRM.S255247
  4. Naderi, B., et al. (2020), The Effectiveness of Ozone Therapy in Chronic Osteomyelitis: A Randomized Controlled Clinical Trial, Archives of Clinical Infectious Diseases, vol. 3, no. 2, e61320, doi: 10.5812/archcid.61320
  5. Gulmen, S., et al. (2013), Ozone therapy as an adjunct to vancomycin enhances bacterial elimination in methicillin resistant Staphylococcus aureus mediastinitis, Journal of Surgical Research, vol. 185, no. 1, pp. 64-69, doi: 10.1016/j.jss.2013.05.085
  6. Zeng, J., et al. 2020), Ozone Therapy Attenuates NF-κB–Mediated Local Inflammatory Response and Activation of Th17 Cells in Treatment for Psoriasis, International Journal of Biological Siences, vol. 16, pp. 1833-1845, doi: 10.7150/ijbs.41940
  7. Borrelli, E. and V. Bocci (2010), Basic biological and therapeutic effects of ozone therapy in human medicine, in Ozone Science and Technology, Rein Munter, ed., in Encyclopedia of Life Support Systems (EOLSS), Developed under the Auspices of the UNESCO, Eolss Publishers, Oxford, UK, [http://www.eolss.net]
  8. Lu, M and L. Gao (2018), Topical ozone therapies improve atopic dermatitis via rapidly reducing S. aureus colonization and immunoregulation, 13th Global Dermatologists Congress, Moscow, Russia
  9. Özay, M., and S. Akgül (2020), Evaluation of the effects of photobiomodulation therapy and ozone applications after gingivectomy and gingivoplasty on postoperative pain and patients’ oral health-related quality of life, Lasers in Medical Science, no. 35, pp. 1637-1647, doi: 10.1007/s10103-020-03037-8
  10. Onal, M., et al. (2017), Ozone prevents cochlear damage from ischemia–reperfusion injury in guinea pigs, Artificial Organs, vol. 41, no. 8, pp. 744-752, doi 10.1111/aor.12863
  11. Rivera, M., et al. (2018), Endoscopy evidence; H. Pylori infection Ozonetherapy treated, Mexican cases report, Revista Española de Ozonoterapia, vol. 8, núm. 1, pp. 171-179
  12. Valacchi, G. and V. Bocci (1999), Studies on the Biological Effects of Ozone: 10. Release of Factors from Ozonated Human Platelets, Mediators of Inflammation, vol. 8(4–5), pp. 205–209, doi: 10.1080/09629359990360
  13. Clavo, B., et al. (2004), Ozone therapy for tumor oxigenation: a pilot study, Evidence Bases Complementary and Alternative Medicine, vol. 1, no. 1, pp. 93-98, doi. 10.1093/ecam/neh009
  14. Molinari, F., et al. (2014), Ozone autohemotherapy induces long-term cerebral metabolic changes in multiple sclerosis patients, International Journal of Immunopathology and Pharmacology, vol. 27, no. 3, pp. 379-389, doi: 10.1177/039463201402700308
  15. Bocci V (2005), Infection diseases (bacterial, viral, fungal, parasitic), in Ozone. A new medical drug, Springer, Dordrecht, The Netherlands, pp 100–122
  16. Aygen, T., et al. (2015), Chronic hepatitis B and ozone therapy, Journal of Case Reports in Practice, vol. 3, no. 2, pp. 38-39
  17. Karima, H. (2018), Minor ozonized autohemotherapy in a 2 year old boy with speech delay and cytomegalovirus infection: a case report, Revista Española de Ozonoterapia, vol. 8, no. 1, pp. 165-169
  18. Rodríguez Y., y cols. (1998), Actividad antitumoral del ozono, Revista CENIC Ciencias Biológicas, vol. 29, núm. 3, pp. 196-199
  19. Rodríguez, M., y cols. (1998), Ozonoterapia en el tratamiento de la demencia senil, Revista CENIC Ciencias Biológicas, vol. 29, no. 3, pp. 141-144
  20. Constanzo, M., et al. (2015), Low ozone concentrations stimulate cytoskeletal organization, mitocondrial activity and nuclear transcription, European Journal of Histochemistry, vol. 59(2), no. 2515, pp. 129-136, doi: 10.4081/ejh.2015.2515
  21. Katiukhin, L. (2016), Influence of the Course of Treatment by Injections of Ozonized Saline on Rheological Properties of Erythrocytes in Patients with Complex Pathology, Human Physiology, vol. 42, no. 6, pp. 672-677, doi: 10.1134/S0362119716050091
  22. Xing, B., et al. (2015), Ozone oxidative preconditioning protects the rat kidney from reperfusion injury via modulation of the TLR4-NF- κB pathway, Acta Chirurgica Brasileira, vol. 30, no. 1, pp. 60-66, doi: 10.1590/S0102-86502015001000008
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